28/5/08

Libertad.

Libertad. Divino tesoro. Realmente, ¿hasta qué punto somos libres? Bien, una vez que uno se hace esa pregunta, debe ser consciente de que hay dos tipos de libertad: interior y exterior. En lo tocante a la exterior, tenemos que darnos cuenta que vivimos sometidos a leyes, que como democráticas y constitucionales que son, velan por nuestra "libertad". Por otra parte, las reglas sociales ya nos cohartan en una medida considerable, incluso la gente que nos rodea, la más cercana (si, hablo de padres, madres, hermanos, amigos de la infancia), pueden desviar nuestro libre albedrío a lo que ellos quieren. Bien, este punto me conduce ya a pensar en lo que es la libertad interior. Supongo, y digo supongo porque parto de lo que yo siento como libertad o no, que es la personalidad de cada uno quién la dirige. Una persona tiene que liberarse de ataduras interiores (sin llegar a convertirse en un ente dañino para los demás). Lo que eres, lo eres; lo que no, no lo eres; piensas, lo que piensas; sientes, lo que sientes; decides, lo que decides. Es importante, en mi opinión, evitar que la falta de libertad exterior anule nuestro fuero interno, porque una persona sin opinión propia no vale nada espiritualmente.
Para mi la libertad, como se desprende de lo anterior, es algo sagrado. Me gusta mucho la gente responsable, a la vez que se siente libre, no por ignorancia, que ese es otro caso, sino que por convicción propia. Y eso falta, autoconvicción.

6 comentarios:

Daniel Garzee dijo...

La libertad no existe,no deberías
engañar a tus lectores con utopías.

Gata dijo...

Somos esclavos dos nosos pensamentos

Huskie dijo...

Esclavos de nuestros pensamientos?

La libertad no existe?

Juas... menudos comentarios.


La libertad existe, pero la libertad de cada uno acaba JUSTO donde empieza la libertad de los demas.

Mariela dijo...

Qué tema eh!
Hace poco veíamos este tema en la facultad, con mi profesor de Ética y Filosofía.
Todos los hombres somos libres, aún aquellos que están presos, porque la libertad va más allá de lo físico. Todos (excepto los incapaces) somos libres de decidir lo que queremos.
Obviamente el afuera nos va a condicionar.
Pero también el interior nos condiciona... fijate que hay veces que quisiéramos hacer algo, pero no lo hacemos porque "la moral nos dice que eso no se debe".
Condicionantes siempre habrá, pero aún así siempre tendremos la libertad de elegir y de decidir si queremos acatar esos límites o romperlos.
Y eso es lo que hace al ser humano un ser tan excepcional.

Daniel Garzee dijo...

Para alguno de arriba(juas):
La libertad no es libertad si hay un punto en el que no podemos realizar lo que queremos porque destrozaría la libertad del otro.

Y como dice Mariela,condicionantes siempre hay,sin embargo,en que lugar alguien no tiene en cuenta esos condicionantes?.Pues en la mente, en el único lugar donde somos realmente libres.

Porque en la realidad,la libertad no existe.

Sabela dijo...

pois nada
a comentarte en este, jijiji
un bikooo